domingo, 18 de abril de 2010

Órganos de los sentidos


El ojo y su anatomía
El ojo humano es un órgano receptor de la luz , cuya función consiste en recibir la luz reflejada por de los objetos presentes en el mundo exterior y transformarlos en impulsos eléctricos que son conducidos al centro nervioso de la visión en el cerebro.Se encuentra cosntituido para su estudio en las siguientes estructuras:


cámara anterior - la sección anterior del interior del ojo, donde fluye el humor acuoso hacia dentro y hacia afuera para aportar los nutrientes necesarios al ojo y a los tejidos circundantes.
humor acuoso
- el líquido transparente y acuoso que se encuentra en la parte anterior del globo ocular.

vasos sanguíneos
- conductos (arterias y venas) que transportan sangre hacia y desde el ojo.

carúncula - la pequeña porción roja de la esquina del ojo que contiene las glándulas sebáceas y sudoríparas modificadas.
coroides
- la membrana delgada, rica en sangre, que se encuentra entre la retina y la esclerótica, y se encarga de aportar sangre a la retina.

cuerpo ciliar
- la parte del ojo que produce el humor acuoso.

córnea
- la superficie transparente, de forma convexa, que cubre la parte anterior del ojo.

iris
- la parte coloreada del ojo. El iris es parcialmente responsable de la regulación de la cantidad de luz que puede ingresar en el ojo.

lente (también llamada cristalino.) - estructura transparente del interior del ojo que enfoca los rayos de luz en la retina.párpado inferior - piel inferior, situada debajo del ojo, que cubre la parte anterior del globo ocular cuando éste se cierra.

mácula
- la porción del ojo que nos permite ver claramente los detalles más sutiles.

nervio óptico - un racimo de más de un millón de fibras nerviosas que conectan la retina con el cerebro. El nervio óptico lleva las señales de la luz, la oscuridad y los colores al área del cerebro (la corteza visual) que convierte dichas señales en imágenes (es decir, nuestra vista).

cámara posterior - la sección posterior del interior del ojo.

pupila - la abertura situada en el centro del iris a través del cual la luz pasa hacia la parte posterior del ojo.
retina - la capa nerviosa sensible a la luz que recubre la parte posterior del ojo. La retina capta la luz y crea impulsos que son enviados a través del nervio óptico al cerebro.

esclerótica
- la porción blanca y visible del globo ocular. Los músculos que mueven el globo ocular están sujetos a la esclerótica.
ligamento suspensorio de la lente
- una serie de fibras que conectan el cuerpo ciliar del ojo con la lente, manteniéndolo en su lugar.

párpado superior - el pliegue de piel superior y móvil que cubre la parte anterior del globo ocular cuando éste se cierra y que abarca la córnea.cuerpo vítreo - sustancia transparente, de consistencia gelatinosa, que se encuentra en la parte posterior del ojo.

Sigue los siguientes enlaces y encontraras animadas explicaciones sobre el ojo


Anatomia del ojo
El ojo hu
mano
El ojo y la visión


Una vez revisado el tema y visitado los enlaces resuelve la actividad uno relacionada con la vista

Actividad UNO

El oido

La otorrinolaringología estudia el órgano del oído, la audición y todos los problemas que de los mismos se derivan.

El oído es un órgano conformado de tres partes:
• oído externo
• oído medio
• oído interno

Las dos primeras partes -oído externo y medio- son las encargadas de recoger las ondas sonoras para conducirlas al oído interno y excitar una vez aquí a los receptores de origen del nervio auditivo.El oído externo comprende dos partes: el pabellón y el conducto auditivo externo.

Por su parte, el oído medio está formado por un conjunto de cavidades llenas de aire, en las que se considera tres importantes porciones: la caja del tímpano conformada por tres huesecillos -martillo, yunque, estribo- , la trompa de Eustaquio íntimamente relacionada con las vías aéreas superiores (rinofaringe).

El oído interno también tiene su complejidad y está comprendido por el laberinto óseo y membranoso. De este último nacen las vías nerviosas acústicas y vestibulares. Las cavidades del laberinto están llenas de líquido endótico (endolinfa y perilinfa), que al movilizar las distintas membranas estimulan las células ciliadas internas y externas. El laberinto, cuya función principal es la de mantener la orientación espacial y el equilibrio estático y dinámico del individuo, consta de tres partes: el vestíbulo, los conductos semicirculares y el caracol.

¿Como funciona?

Explicaremos aquí la forma en que el sonido estimula el oído humano y envía a los centros de la audición la sensación sonora. Este proceso que parece simple pero que nolo es tanto, cuenta de dos partes: la transmisión mecánica del impulso sonoro y la correspondiente a la percepción propiamente dicha que tiene lugar en el oído interno.

Aparato de Conducción o Transmisión de la onda sonora

El oído externo no reviste demasiada importancia en el hombre, ya que se ha comprobado mediante estudios que el pabellón auricular aumenta solamente la audición en una mínima parte. Los músculos que aquí intervienen están atrofiados y la oreja se encuentra pegada a la cabeza e inmóvil. Ocurre casi completamente lo contrario en algunos animales como los cérvidos (ciervo), equinos (caballo), felinos (gato) entre otros, porque ellos sí tienen un buen desarrollo de la concha auricular y los músculos auriculares tienen la movilidad necesaria para desplazarse a voluntad. Esto es lo que les permite, además de aumentar en parte la audición, lograr movimientos de rotación para encontrar el origen de la fuente sonora. El conducto auditivo es de forma sinuosa, impidiendo de esta manera que ingresen partículas extrañas y se proyecten sobre el tímpano. Su forma cilíndrica hace que éste funcione como un resonador acústico.

El tímpano recoge la onda sonora proyectada en su superficie, comportándose de diferente forma según las diferentes frecuencias.

Ya en el oído medio, la cadena de huesecillos toma las vibraciones proyectadas sobre el tímpano y las conduce a la ventana oval (oído interno). Es decir que la membrana del tímpano conduce el sonido hacia el oído interno a través de la cadena de huesecillos que actúa como un todo. Esta cadena está sostenida dentro de la caja timpánica por músculos y ligamentos que le dan la movilidad necesaria para conducir el estímulo sonoro. Los músculos timpánicos se combinan de tal manera que se contraen al mismo tiempo formando una unidad de defensa ante los ruidos intensos, es decir que oficia de amortiguador del sonido a altas intensidades. La contracción en forma permanente de estos músculos causaría un descenso importante del umbral auditivo, principalmente en los tonos bajos. Dicha contracción es siempre simultáneamente y en ambos oídos. La trompa de Eustaquio es el nexo de comunicación de la caja timpánica con la faringe cumpliendo dos funciones: neumática (reviste interés audiológico) y evacuatoria. Cuando existe dentro de la caja menor presión que la del medio ambiente ocurren una serie de fenómenos reflejos que deben equilibrar las presiones ingresando el aire a través de la trompa. Dicho equilibrio es necesario para que la transmisión del sonido por el oído medio sea normal. Si en cambio la presión es mayor que la del medio ambiente, tiene lugar el reflejo de deglución o fenómenos como la tos y el bostezo, permitiendo la contracción de los músculos. La trompa de Eustaquio se abre y deja pasar aire a las cavidades del oído medio. Ahora bien, el oído interno es un espacio lleno de líquido y está abierto sólo por dos ventanas oval y redonda. En la primera tenemos un pistón que es la platina del estribo y en la segunda una membrana elástica llamada también "tímpano secundario". Al ejercer una presión en una de ellas, ésta se transmite por los líquidos perilinfáticos debiendo descomprimirse por la otra. La onda sonora se transmite entonces por los líquidos endóticos y va a impresionar la membrana basilar en un lugar específico, correspondiente a una determinada frecuencia, los agudos en la base y los graves en el extremo del caracol (helicotrema).

Aparato de Percepción

Es en la cóclea donde ocurre la transformación de energía mecánica en eléctrica mediante un fenómeno mecánico-químico-eléctrico que tiene lugar en la membrana basilar al hundirse la platina del estribo dentro del espacio perilinfático produce movimientos en este líquido, el cual se transmite a lo largo del laberinto membranoso formando torbellinos que se extienden hasta el helicotrema. Debido a la resistencia ejercida por las distintas paredes y al impulso mecánico de progresión, se generan presiones en la endolinfa a través de la membrana de Reissner y en la basilar que está situada debajo de ella..." Esta energía bioeléctrica es conducida por el VIII par craneal a los centros nerviosos y de ahí a las localizaciones acústicas de la corteza cerebral, en la cual se integran los sonidos tomando conciencia de la imagen acústica. Para concluir recordamos una vez más que cada persona es diferente y su cerebro procesa las sensaciones también en forma individual

LOS SENTIDOS DEL OLFATO Y DEL GUSTO




Son quimiosentidos y pertenecen al sistema químico sensorial.
Los procesos del olfato y del gusto son complejos. Éstos empiezan cuando se liberan moléculas por medio de sustancias que estimulan las células sensoriales en la nariz, la boca o la garganta.
• Las células nerviosas olfativas son estimuladas por los olores. Estas células se encuentran en el tejido localizado en la parte superior e interna de la nariz y están conectadas directamente con el cerebro.
• Las células nerviosas gustativas son estimuladas por el sabor de los alimentos y bebidas. Estas células están localizadas en la papillas gustativas de la boca y la garganta.
Estas células sensoriales transmiten mensajes al cerebro a través de los nervios, donde se identifican olores y sabores específicos.

El olfato

En el hombre, el sentido del olfato está menos desarrollado que en muchos animales, quizás porque al contrario que éstos, no depende de él para buscar alimento, hallar pareja o protegerse del enemigo.

El área de la nariz humana sensible al olor es de unos pocos centímetros cuadrados, mientras que en el perro, por ejemplo, recubre la membrana glucosa nasal por completo.

Sin embargo, el olfato humano es el más sensible de todos nuestros sentidos: unas cuantas moléculas, es decir, una mínima cantidad de materia, bastan para estimular las células olfativas.

Los receptores olfativos del hombre se encuentran situados en la porción superior de las fosas nasales, donde la pituitaria amarilla cobre el cornete superior y se comunica con el bulbo olfatorio. (VER IMAGEN).

Los vapores emitidos por las sustancias olorosas penetran por la parte superior de las cavidades o fosas nasales y, después de disolverse en la humedad de la pituitaria amarilla, actúan químicamente sobre los receptores olfativos. Los impulsos nerviosos que resultan de la activación de los receptores son trasmitidos al bulbo olfatorio y de ahí a la corteza cerebral para la formación de la sensación.

Mediante el acto de olfatear, la dirección de la corriente de aire es dirigida hacia la región olfatoria superior de la cavidad, facilitando la llegada de un mayor número de partículas olorosas hasta los receptores olfativos.

Las sensaciones olfatorias suelen confundirse con las del gusto, ya que ambas son producidas por el mismo estímulo químico. En verdad, varios alimentos son apreciados más por el olor que por el sabor.

El olfato contribuye a la iniciación de los procesos de la digestión. Así, cuando los distintos olores alcanzan el centro olfatorio del cerebro, éste envía al estómago los estímulos adecuados para que comience la producción de jugos digestivos; en este proceso interviene también la visión, de tal forma que ante la presencia de la comida empieza a producirse saliva en la boca, lo que facilita la digestión de los carbohidratos.

De todos los órganos de los sentidos, el olfato se distingue por la rapidez con que se adapta al estímulo. Ello se debe a que, cuando las células olfatorias se “han acostumbrado” a un determinado olor, cesan de transmitirlo al cerebro. Esta facilidad para dejar de percibir un olor no constituye, sin embargo, una limitación muy seria para la vida del hombre, puesto que sus adaptaciones no dependen tanto del olfato.

Una persona distingue entre dos mil y cuatro mil olores distintos.

Más detalles

El sentido del olfato permite apreciar el olor de los cuerpos.

No todos los cuerpos poseen olor. Los que lo poseen se llaman odoríferos y los que no tienen olor, inodoros.

Para que un cuerpo posea olor es necesario que emita partículas pequeñísimas que se mezclen con el aire. Esas partículas impresionan las terminaciones del nervio olfatorio.

El olfato, como vimos, reside en las fosas nasales que son dos orificios localizados por detrás de la nariz y encima de la boca. Las fosas nasales están separadas por un tabique cartilaginoso: en su parte anterior y óseo en la, porción posterior. Se encuentran por debajo de la cavidad craneana y en su cara externa se advierten tres salientes llamados cornetes superior, medio, e inferior.

Cada fosa nasal se comunica por una abertura con el exterior. A la entrada de ellas se encuentran pelos gruesos y cortos. El interior está recubierto por una membrana llamada pituitaria.

El sentido del gusto

Las papilas gustativas se hallan directamente ligadas a nuestro aparato digestivo. Están situadas sobre la lengua, y nos permiten acabar de analizar la aptitud de un alimento antes de masticarlo y tragarlo.

Para ello apretamos los alimentos situados encima de la lengua contra el paladar, de forma que el contacto entre éste y las papilas sea más estrecho.

Las papilas gustativas o botones gustativos son acumulaciones de unos diez receptores del gusto,que se hallan dentro de una pequeña cavidad de la superficie de la lengua. Los receptores no son neuronas,sino células especializadas que se hallan conectadas por su parte inferior con ellas. Así pues, cada papila gustativa se comunica por arriba con la cavidad bucal mediante un pequeño orificio, y por abajo con una fibra nerviosa que lleva las sensaciones hacia los nervios facial y glosofaríngeo. En el interior de las papilas existen también células de soporte de las células receptoras.

Si observamos con una lupa de gran aumento la superficie de la lengua, veremos que no todas sus papilas tienen la misma forma. Las más grandes son las caliciformes, ya que tienen un diámetro de 1 a 3 mm. Forman una V en la base de la lengua y es donde el gusto se percibe con mayor intensidad. Las papilas foliadas se encuentran en los bordes linguales y son repliegues de la mucosa, mientras que las fungiformes tienen forma de hongos, se hallan en la punta y en los bordes de la lengua, y sobresalen de 0,5 a 1,5 mm de la superficie lingual. Ambos tipos son papilas gustativas. Por el contrario, las papilas filiformes, que son las más numerosas y se hallan en la parte central de la lengua, sólo transmiten sensaciones del tacto.

Existen cuatro tipos de sensaciones del gusto: el dulce, el salado, el amargo y el ácido. Los distintos sabores no se distinguen de igual forma en toda la lengua. En la punta existe mayor cantidad de receptores del sabor dulce, mientras que el sabor amargo se siente mejor en el fondo. En los laterales se perciben mejor los sabores ácido y salado, el primero en la parte trasera y el segundo en la delantera. En el centro de la lengua hay una zona relativamente insensible.



EL TACTO



Este sentido es tan extenso y complejo que el organismo cuenta con cuatro millones de receptores para percibir el dolor, 500 mil para sentir la presión, 150 mil para la percepción del frío y 16 mil para el calor.

El sentido del tacto nos permite apreciar las sensaciones externas de frío, calor, presión, textura, vibración, cosquilleo, así como el peso que sostenemos, la fuerza que nuestros músculos ejercen, etc.

Los receptores del tacto y otras sensaciones

Clasificaremos los receptores según su forma y no según la sensación que captan. Algunos de ellos se encuentran únicamente en la piel, mientras que otros se hallan también por debajo de ella, en el tejido conjuntivo, los músculos y los tendones.

Terminaciones nerviosas libres .- Éste es el tipo más sencillo de receptores, ya que constan de neuronas desnudas, con sus dendritas dirigidas hacia arriba. Producen las sensaciones del tacto, el dolor, los cambios de temperatura y el picor. Se hallan en la piel y en el tejido conjuntivo de debajo de ella.

Corpúsculos de Meissner. Están for­mados por varias células dispuestas unas encimas de otras y recubiertas por una cápsula. Son sensibles al contacto, y muy abundantes en las yemas de los dedos y la punta de la lengua.

Corpúsculos de Pacini. Se encuentran en la dermis y en el tejido conjuntivo que existe por debajo de la piel, pero se hallan también en estructuras internas, como en la capa que recubre los huesos, el periostio, y en muchas vísceras. Son grandes y ovalados, y sensibles al tacto y a la presión. Constan de una sola célula nerviosa recubierta por una cápsula.

Corpúsculos de Krause. Además del tacto, son sensibles al frío. Constan de una terminación nerviosa muy ramificada recubierta por una envoltura, por lo que tie­nen forma de maza. Se encuentran en la dermis.

Corpúsculos de Ruffíni. Aunque antes se creía que intervenían únicamente en detectar el calor, hoy en día todavía se dis­cute su función, y se dice que contribuyen también a las sensaciones táctiles. Se hallan en la dermis y en el tejido conjuntivo que se encuentra por debajo de la piel, y constan de neuronas muy ramificadas recubiertas por una envoltura.

Corpúsculos de Golgi. Nos informan sobre la contracción muscular, ya que se hallan en el tejido que envuelve los músculos y los tendones, y nos infor­man de su tensión. Su aspecto es parecido al de los corpúsculos de Pacini.


Te invito a que sigas los enlaces que a continuacion te pongo tiene informacion interesante sobre el tacto

El tacto



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